jueves, 2 de junio de 2011

¿Por qué Facebook es gratis?

Existe una tendencia en Internet a ofrecer productos o servicios de manera gratuita para el usuario. Uno se pregunta cómo es posible, y muchas veces no se da cuenta de que cuando un servicio es gratuito es probable que el producto sea el propio usuario. 

Bruce Schneier, gurú de Internet, explicaba la semana pasada en una conferencia en Madrid por qué Facebook no cobra por el uso de su plataforma. Los usuarios de Facebook no somos sus clientes; somos su producto, que vende a sus clientes. Facebook gana dinero a partir de lo que la gente cuenta en su red. Y cuantos más usuarios tenga y cuantas más cosas expongan de su vida mejor, porque eso significa más ingresos para ellos.

Pero obviamente, las redes sociales no son ONG´s y necesitan monetizar el tráfico que generan. ¿Cómo lo hacen? En el caso de Facebook, “la mayor parte de la contribución a las finanzas de la empresa proviene de la publicidad. Facebook maneja tres diferentes tipos de anuncios en su sitio: publicidad dirigida (los anunciantes escogen a quién llegar), anuncios interactivos (las empresas piden a los usuarios que hagan algo en su publicidad) y finalmente, los anuncios contextuales en los que se muestra cuáles de nuestros amigos gustan de cierta marca o producto”.

Ingresar dinero por la publicidad es el modelo preferido por este tipo de plataformas. ¿Pero qué tiene de especial esta circunstancia? Los datos que manejan. Afirmaba Schneier que existen en Facebook, y en gran medida en otras redes sociales, hasta seis tipos de datos: información que el usuario mete para abrir su cuenta, aquellos datos que va subiendo a su perfil, lo que luego va publicando, los comentarios que suben otros sobre él y los datos sobre los hábitos de las personas.

Ese volumen de datos permite a Facebook ofrecer bases de datos a empresas interesadas en prospecciones de mercado o en negocios basados en perfiles personales. Se posibilita así investigar las preferencias de un segmento de población, acotado según edades y área geográfica y llegar al público adecuado en el momento justo.

La legalidad de estas prácticas viene amparada normalmente en la aceptación por los usuarios de las condiciones de uso de las redes sociales y en la aceptación de aquéllos de los parámetros por defecto establecidos por la red social. El consentimiento y la información se configuran como elemento básico del tratamiento de los datos. La cuestión radica aquí en determiner si el usuario está conveniente informado del modo en que sus datos son tratados por la red social. En definitiva, legal o no, parafraseando a Schneier, “los usuarios de Facebook no somos sus clientes; somos su producto”.


Fuente: blogs.lainformacion.com